El procedimiento de colocar la ortodoncia no es invasivo y, por lo tanto, no es doloroso. Sin embargo, al irse acomodando los dientes puedes tener cierta sensación de dolor o molestia durante los primeros días. El dolor también puede provenir de ciertas peladuras que produce la ortodoncia en la boca, pero esto persistirá algunos días, según cada paciente. En cuanto a la duración del tratamiento, también dependerá de cada caso, pero en promedio podría requerir entre 12 y 24 meses. 

Existen dos tipos de materiales para la restauración: los plásticos y los técnicos. Los primeros, pueden cambiar su estructura química hasta perder su funcionalidad al cabo de 2 o 10 años. Los segundos, son tratados por un técnico previamente en el laboratorio y luego son insertados en la boca por el dentista. Incluyen el oro, el plástico, cerámica y titanio. Por lo general, estos materiales no se deforman ni deben cambiarse. Si se cuidan, la mayoría de los materiales técnicos duran décadas o incluso toda la vida. En los pacientes jóvenes se recomienda más el uso de este tipo.

Si las muelas del juicio están sanas, tienen una posición adecuada, no perjudican la mordida y se pueden asear correctamente, no es necesaria su extracción. Sin embargo, cuando no tienen espacio para crecer, nacen en ángulos incorrectos o incluso de forma horizontal, quedan atrapadas dentro de la mandíbula, afectan la mordida y aparecen solo de manera parcial, imposibilitando una buena higiene, es necesario quitarlas.